Atenas es una ciudad enorme que recuerda al Madrid de hace unos años cuando estaba a punto de convertirse en una ciudad de verdad. El calor es pegajoso como el de la costa española. La pita, el kebab, es el deporte nacional, allí se come a todas horas.
Viajar a Grecia
Eso y la mousaka, una especie de lasaña , son los platos estrella. Pasea por las avenidas de la ciudad y sorpréndete si creías que te ibas a encontrar algo más provinciano, porque eso es una auténtica metrópoli. Desde el Parthenon vas a encontrar las mejores vistas de Atenas, si vas cuando atardece verás lo grande que es Atenas entre sus montañas. Todavía te puedes imaginar a los Sofistas y a los pedagogos paseando entre los pórticos. Las Cariátides, aunque las hayas visto mil veces en los libros ya no las vas a ver así. Son unas mujeres pequeñitas, vestidas con peplos, que allí, en la cima de la montaña , se han convertido en estatuas tan impresionantes como los Colosos de Abu-Simbel. Y eso que de lo que fue la Acrópolis original ya no queda casi nada. Por el barrio de la Plaka, encuentras artesanía griega y árabe por igual pero si lo que buscas son reproducciones fieles puedes encontrarlas en los sótanos del Museo Arqueológico. El Pireo es el nombre del puerto. Está a quince minutos en tren desde Atenas. Vale la pena que pruebes un tren de segunda si te vas a meter por la parte continental. En la península tienes un montón de cosas par ver, desde Meteora, la de los monasterios en la montaña, hasta Delfos donde quedan restos de los que fue el Óraculo.
Las islas
Si vas a Grecia es indispensable que te lleves el bañador. No te esperes las islas caribeñas porque estas son diferentes, sin espectáculo, como más rurales. Aunque las de Santorini y Mikonos son estéticamente las más bonitas y las más animadas por la noche, hay algunas en las que vale la pena pasar un par de días para relajarte. Si tienes suerte y das con islas como Sifnos y Kitnos, son de los pueblos tranquilos. Estarás solo en la playa y disfrutarás de aguas verdes. Puedes alquilar una barca para buscar recovecos y calas en la isla. El sol pega fuerte y eso se nota cuando andas por la islas, que en el interior son como desiertos. Si te pegas un buen madrugón podrás ver las barcas salir de pesca, como llevan haciendo toda la vida.
1 Comentarios

Muy bueno
Gracias
🙂