Conocida mundialmente por su concurrido y heterogéneo mercadillo ambulante de domingos y festivos, El Rastro es una bulliciosa zona comercial en el puro centro de la ciudad y abierta todos los días de la semana que destaca por su entramado de tiendas especializadas, bares típicos, rincones históricos y lugares tan interesantes como el Museo de Artes Populares
La prolongada y empinada calle de Ribera de Curtidores concentra numerosas tiendas especializadas: principalmente en deportes de montaña –ropa técnica nueva y de segunda mano de primeras marcas en Makalu, Barrabes, OS20, El Rincón de la Montaña…–, muebles hechos a mano, fotografía –Fotocasión es uno de los establecimientos de referencia en la ciudad–, antigüedades, anticuarios y restauradores –a ambos lados de la calle hay dos patios de cuidada arquitectura (Galerías Piquer y Nuevas Galerías) en cuyo interior se concentran un buen número de negocios de este tipo–, librerías, retales de telas, ferreterías, venta de mascotas.
Entre tanta tienda no faltan los bares típicos para tomar un vino, una cerveza o un vermú de grifo con una tapa de paella o un bocadillo de calamares, ni restaurantes tradicionales en los que degustar un buen cocido o unos callos.
También merece una visita el Museo de Artes y Tradiciones Populares, un interesante museo que guarda piezas de carácter etnográfico procedentes de toda España, y, el primer y tercer sábado de cada mes, Los Sábados del Rastro, la feria de ocio más castiza y emblemática (en la Plaza del General Vara del Rey), con las mejores antigüedades, vintage, almoneda, coleccionismo, gastronomía y entretenimiento.
El popular mercadillo ambulante de domingos y festivos
La imagen más popular de El Rastro es la de su concurrido mercadillo ambulante que se celebra domingos y festivos. Documentado desde 1740, este mercado fue en sus orígenes un lugar de encuentro para la venta, cambio y trapicheo de ropas de segunda mano, alternativo al negocio de la venta ambulante. Su curioso nombre puede deberse a que como se celebraba en torno al antiguo matadero, las reses muertas que se transportaban sin desollar hasta él dejaban un rastro por el suelo. También en el siglo XVI Rastro era sinónimo de carnicería o desolladero.
Hoy acoge la oferta de más de 1000 vendedores que comienzan en torno a las nueve de la mañana una jornada que durará aproximadamente hasta las 3 de la tarde. Está situado en el entorno de la Ribera de Curtidores, con la plaza de Cascorro como centro neurálgico, el mercado engloba una gran manzana casi triangular delimitada por las calles de Toledo, Embajadores y Ronda de Toledo y se extiende por otras como San Cayetano, Fray Ceferino González, Carlos Arniches, Mira el Río o las plazas de General Vara del Rey y de Campillo del Mundo Nuevo.
Según por qué zona paseemos, encontraremos diferentes artículos, desde artesanía, ropa y complementos, hasta artículos de cocina, cromos, discos y revistas de segunda mano, mascotas y objetos de todo tipo de distinta antigüedad.
Condiciones de apertura por COVID
El domingo 26 de septiembre el Rastro vuelve a la normalidad preCOVID-19 con el 100 % de vendedores autorizados y con todas las medidas de seguridad sanitaria correspondientes.
Sigue siendo obligatorio el uso de mascarilla en todo el recinto y la distancia de seguridad interpersonal, así como la disposición de gel hidroalcohólico en todos los puestos. No estarán autorizados los músicos de calle para facilitar la movilidad y los comercios de la zona podrán sacar sus artículos a la puerta de los establecimientos siempre que dispongan de permiso de expositor y permitan el tránsito de personas.
Las terrazas de la zona de Cascorro no se podrán instalar como ocurría antes de la pandemia y vuelven las restricciones de aparcamiento para vehículos como era habitual.
Mercadillo ambulante: Domingos y festivos: 09:00 – 15:00 h.