Estuve 10 días por Bolivia hará un año. La Paz, con sus cuestas, subidas con sofoco por la altura, (nada como el mate de coca, para aliviarlo),el tráfico, caótico. Los mercadillos, los limpiabotas con pasamontañas, las mujeres que son sus mesas en la acera son las oficinas de cambio, el Alto de la Paz, con la ciudad abajo, interminable, tan viva y tan pobre. Muy dura.
El Ilimani al fondo, nevado. Cerca están las ruinas de Tiwanacu, una cultura precolombina, que como otras nos enseñan que igual los europeos, no conquistamos América por nuestra más avanzada cultura. De la Paz al lago Titikaka se va en autobús. Un viaje en este medio en Bolivia es inolvidable. En las paradas suben vendedores, ofreciendo comida, cremas, … Las cholitas suben cargadas de bultos, con niños, con sus colorido. El bus corre, adelanta, pita, por carreteras andinas, en parajes casi desérticos. El paisaje es árido, con rebaños de llamas, y pequeños poblados. Para llegar, el autobús debe cruzar un estrecho sobre el que no hay puente. Así que los viajeros bajamos, dejando la en él, y cruzamos en una barca, mientras ves al autobús cruzar en otra barcaza tambaleante. Crees que no aguantará, pero al fin y al cabo, siempre aguanta. Llegas a Copacabana, pueblo que está situado bajo la mirada de la Virgen patrona de Bolivia. El pueblo es pequeño, blanco, con una gran iglesia, y a orillas del lago navegable más alto del mundo, es como un mar, no sólo por tamaño, también por vida, historia, y riqueza. El lago es espectacular, hay que subir a la Virgen para ver el lago y ponerse el sol. El sol y la luna marcaron aquí a toda una civilización. Coger un barco, nosotros fuimos con un pescador, y que te lleve a la Isla del Sol es una experiencia única, inolvidable. Los Incas creían que el Sol y la Luna nacían y morían en el lago, por ello allí se encuentran la Islas del Sol y de la Luna. De vuelta, se puede cenar una trucha, famosas en toda América.
Muy bueno
Gracias
🙂